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La burla de Tucker Carlson y el llamado irrevocable de Dios

La burla de Tucker Carlson y el llamado irrevocable de Dios

Leon Neal/Getty Images

Pablo, quien se describió a sí mismo como apóstol de los gentiles, escribió estas palabras a los cristianos en Roma: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29). ¿De qué hablaba Pablo?

Estaba declarando que Dios cumple Sus promesas incluso cuando nosotros no lo hacemos. En Romanos 9-11, Pablo defiende la fidelidad de Dios hacia Israel para asegurar a los creyentes gentiles que se podía confiar en la promesa del Evangelio que acababa de escribir en Romanos 10: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.

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Debido a que el pacto que Dios hizo con Abraham en Génesis 12 sigue siendo válido y se cumplirá plenamente, podemos estar seguros de que la promesa del Nuevo Pacto se cumplirá. Dios le dio esta promesa a Abraham: “Vete de tu tierra… a la tierra que te mostraré… Y haré de ti una nación grande... Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.

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Esta continuidad del pacto es la base del apoyo cristiano a Israel en la actualidad. El plan redentor de Dios nunca fue revocado, sino que fue expandido. La Iglesia ha sido injertada en el pacto, no como un reemplazo de Israel, sino como partícipe de la promesa de Dios que se va desarrollando. Pablo advierte a los creyentes gentiles en Romanos 11:18: “no te jactes contra las ramas... recuerda que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti”.

¿Qué tiene que ver esto con lo que está sucediendo en nuestra nación y en el mundo? La forma en que veamos este tema moldeará las políticas públicas que apoyemos o a las que nos opongamos. Algunas voces —incluso entre quienes dicen ser seguidores de Cristo— están etiquetando estas creencias y convicciones como “herejía cristiana”. Recientemente, Tucker Carlson, en una conversación con el conocido antisemita Nick Fuentes, se burló de cristianos como Mike Huckabee y el senador Ted Cruz (R-Texas) que apoyan el derecho de Israel a su tierra y a su existencia. Afirmó que los sionistas cristianos están “poseídos por un virus cerebral” y que sus creencias son una “herejía cristiana”.

Seamos claros: apoyar a Israel no es una herejía, es ortodoxia bíblica. Los cristianos que apoyan a Israel no respaldan cada decisión de su gobierno, así como tampoco respaldan cada política del suyo propio. Más bien, reconocen que las promesas proféticas de Dios apuntan a la restauración, no al rechazo; a la multiplicación, no a la sustracción.

Pablo no tenía un virus cerebral, ni enseñó una fantasía nacionalista; él articuló la revelación divina. El pacto de Dios con Israel permanece intacto porque “irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios”. La misma fidelidad que asegura el futuro de Israel garantiza nuestra salvación en Cristo.

A lo largo de la historia, desde los profetas hasta los apóstoles y los Padres de la Iglesia, quienes han tomado las Escrituras en serio han afirmado esta verdad: el trato de Dios con Israel revela Su carácter. Negar eso es cuestionar la fiabilidad de Dios mismo.

Así que no, el apoyo cristiano a Israel no es una herejía. Es la fe en acción, anclada en la palabra de Dios, alineada con el corazón de Dios y consecuente con las promesas de Dios: promesas a Israel y a todos los que creen.