Seis preguntas cruciales para la retención de miembros en la iglesia

Gary McIntosh y Charles Arn escribieron un libro profundamente perspicaz hace varios años titulado What Every Pastor Should Know (Lo que todo pastor debe saber). Como alguien que valora tanto la investigación como la aplicación práctica en la iglesia, encuentro los datos de este libro increíblemente útiles. Una de las secciones más reveladoras se centra en la retención de miembros de la iglesia, y los patrones detrás de por qué las personas la abandonan. Los hallazgos no solo son esclarecedores, sino también prácticos.
Dos descubrimientos clave de su investigación se destacan:
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* El 82% de los miembros de la iglesia que la abandonan se van dentro del primer año de unirse.
* Las salidas no son aleatorias. La mayoría se va alrededor de los seis o doce meses.
En esencia, los nuevos miembros parecen darle a la iglesia una "prueba", o lo que McIntosh y Arn llaman un "examen", en dos intervalos importantes: seis meses y doce meses. Si la iglesia pasa la prueba de los seis meses, la mayoría de los miembros se quedarán por otros seis meses. Si la iglesia también pasa la prueba de los doce meses, es mucho más probable que esos miembros permanezcan a largo plazo. En otras palabras, la retención depende de qué tan bien una iglesia involucre a sus nuevos miembros durante su primer año.
Analicemos estas dos "pruebas" y exploremos cómo las iglesias pueden usar este marco para reducir drásticamente las tasas de abandono.
La prueba de los seis meses: La fase de pertenencia
Para el plazo de seis meses, cada nuevo miembro de la iglesia se hace tres preguntas básicas, pero cruciales. Estas preguntas pueden no ser expresadas en voz alta, pero se sienten profundamente. Son preguntas de conexión, identidad y bienvenida.
1. ¿He hecho amigos en esta iglesia?
Esta es la primera y más fundamental pregunta. Su investigación muestra que los nuevos miembros que permanecen activos en su iglesia hacen un promedio de siete nuevos amigos dentro de los primeros seis meses. En contraste, quienes abandonan la iglesia suelen hacer menos de dos. Este número es revelador. Nos recuerda que si bien la teología, los programas y la predicación importan, las relaciones son a menudo el pegamento que mantiene unidas a las personas en una congregación. La amistad no es un beneficio adicional de la vida de la iglesia, es central. Cuando alguien entra a una iglesia, no solo busca un asiento. Busca un lugar para ser visto y conocido.
Aplicación en la iglesia:
- Asigne "embajadores de amistad" para conectar con los nuevos miembros en las primeras semanas.
- Anime a los miembros de larga data a iniciar invitaciones a café, almuerzo o grupos pequeños con los recién llegados.
- Considere la creación de eventos informales de confraternización diseñados específicamente para que los nuevos miembros conozcan a otros.
2. ¿Hay un lugar en la iglesia donde encajo?
Las personas se quedan donde sienten que pertenecen. Este sentido de "encajar" a menudo proviene de ser parte de un grupo más pequeño: una clase de escuela dominical, un grupo en casa, un equipo de ministerio o una oportunidad de servicio. La gran multitud del domingo puede ser abrumadora. Es en las comunidades más pequeñas donde las personas comienzan a sentir que importan.
Aplicación en la iglesia:
- Conecte a cada nuevo miembro a un grupo dentro de sus primeros 30 días.
- Enfatice los "próximos pasos" no como opcionales, sino como esenciales para la vida de la iglesia.
- Capacite a los líderes de grupo para que busquen e incluyan intencionalmente nuevas caras.
3. ¿Esta iglesia realmente me quiere aquí?
La calidez y la bienvenida que alguien siente en su primer domingo deben continuar mucho más allá de la clase de membresía. Los nuevos miembros evalúan subconscientemente si la amabilidad de la iglesia fue solo una estrategia de primera impresión o una cultura genuina. También se preguntan: "¿Me están invitando al ministerio?". La participación es un poderoso indicador de pertenencia.
Aplicación en la iglesia:
- Invite a los nuevos miembros a servir dentro de sus primeros 60 días.
- Celebre públicamente a los nuevos voluntarios para afirmar su importancia.
- Haga un contacto de seguimiento después de la primera visita, luego nuevamente después de 30, 60 y 90 días.
Si una iglesia ayuda a los nuevos miembros a responder estas tres preguntas positivamente en los primeros seis meses, es probable que hayan pasado la primera prueba. El miembro probablemente se quedará por otros seis meses. Pero aún no están completamente asimilados. Otra prueba les espera.
La prueba de los doce meses: La fase del significado
Alrededor del año, los miembros comienzan a hacerse preguntas más profundas. La primera fase se trataba de pertenecer; esta segunda fase se trata de significado. ¿Importo aquí? ¿Vale la pena invertir mi vida y mi tiempo en esta iglesia?
4. ¿Son mis nuevos amigos tan buenos como mis viejos amigos?
Las primeras amistades en la iglesia pueden sentirse cálidas y prometedoras, pero para el mes 12, las personas evalúan la profundidad de esas relaciones. ¿Son estas conexiones superficiales o se han convertido en amistades reales y confiables? La verdad es que las personas se alejarán si sienten que sus necesidades relacionales no se están satisfaciendo, especialmente si han dejado atrás amistades profundas en una iglesia anterior.
Aplicación en la iglesia:
- Equipe a los líderes de grupos pequeños para fomentar las relaciones, no solo la entrega de contenido.
- Ofrezca retiros o experiencias grupales intensivas para profundizar los lazos relacionales.
- Anime a los testimonios de cómo la comunidad ha cambiado vidas.
5. ¿El grupo satisface mis necesidades?
Después de invertir seis meses o más en un grupo, las personas naturalmente comienzan a preguntarse si vale la pena el esfuerzo continuo. Si el grupo se siente estancado, desenfocado o inútil, pueden desconectarse lentamente. Y una vez que se desconectan del grupo, la iglesia misma a menudo no se queda atrás.
Aplicación en la iglesia:
- Evalúe regularmente sus grupos y ofrezca entrenamiento de liderazgo.
- Dé a los grupos permiso para multiplicarse, cambiar o transicionar de formato si es necesario.
- Proporcione contenido o capacitación que mantenga a los grupos frescos y alineados con los valores de la iglesia.
6. ¿Es importante mi contribución?
Esta pregunta final es quizás la más existencial. Va más allá de las amistades y más allá de las necesidades. En esencia, se trata de propósito. ¿Estoy haciendo una diferencia en esta iglesia? ¿Es este solo un lugar al que asisto, o es una misión que estoy ayudando a llevar a cabo? Las personas quieren ser parte de algo que importe. Si sienten que su tiempo, talentos o recursos no son necesarios, o peor aún, no se notan, pueden irse.
Aplicación en la iglesia:
- Comunique el "porqué" detrás de cada rol en la iglesia.
- Ofrezca controles trimestrales a los voluntarios para afirmar y apoyar a los miembros del equipo.
- Celebre historias de impacto, conectando los esfuerzos de las personas con vidas cambiadas.
Por qué esta cronología importa
Los plazos de seis y doce meses no son arbitrarios. Representan puntos de control emocionales y espirituales clave en el viaje de un nuevo miembro. Ignórelos y corre el riesgo de perder personas que alguna vez estuvieron ansiosas por crecer. Reconózcalos y respóndalos, y tendrá la oportunidad de construir una iglesia llena de discípulos comprometidos a largo plazo.
Este marco no se trata solo de retención, se trata de discipulado. Se trata de administrar a las personas que Dios trae a su iglesia. Cada nuevo miembro es un regalo y una responsabilidad. Estas seis preguntas ayudan a las iglesias a cumplir con esa responsabilidad con intencionalidad y gracia.
Próximos pasos para su iglesia
1. Auditar su proceso de asimilación: Planifique lo que experimenta un nuevo miembro en su primer año. Identifique las brechas en la conexión relacional, la participación en grupos y las invitaciones al ministerio.
2. Empoderar a sus líderes: Asegúrese de que cada equipo de ministerio, líder de grupo pequeño y miembro del personal comprenda estas seis preguntas. Equípelos para responder con acción y cuidado.
3. Medir lo que importa: Rastree las tasas de retención a los 6 meses y 12 meses. Recopile comentarios de los nuevos miembros y utilícelos para refinar su proceso.
4. Celebrar el progreso: No espere hasta que un miembro haya estado presente durante años para afirmarlo. Celebre los hitos (30 días, 6 meses, 1 año) con gratitud y aliento.
La retención no se trata de trucos. Se trata de inversión relacional y espiritual. Si su iglesia puede ayudar a los nuevos miembros a decir "sí" a estas seis preguntas, no solo aumentará su asistencia, sino que también hará crecer a su gente.
Publicado originalmente en Church Answers.