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Un llamado bíblico para los cristianos a votar

Un llamado bíblico para los cristianos a votar

El ex presidente Donald Trump, candidato presidencial republicano, habla durante un debate presidencial con la vicepresidente Kamala Harris, candidata presidencial demócrata, en el Centro Nacional de la Constitución en Filadelfia, Pensilvania, el 10 de septiembre de 2024. | | SAUL LOEB/AFP vía Getty Images

A medida que nos acercamos a las elecciones de noviembre, muchos cristianos se encuentran lidiando con la decisión de si votar y cómo navegar el panorama político dividido. Nuevas investigaciones del Dr. George Barna, Director de Investigación en el Centro de Investigación Cultural de la Universidad Cristiana de Arizona, indican que “hasta 104 millones de personas de fe probablemente no votarán en esta próxima elección, y entre ellos, 32 millones de cristianos que se identifican a sí mismos y que asisten regularmente a la iglesia no emitirán sus votos. La razón más común: la falta de interés en la política y las elecciones.”

En un mundo donde los valores seculares a menudo chocan con la verdad bíblica objetiva, es crucial que los cristianos comprendan su responsabilidad de participar en el proceso electoral y votar siendo ciudadanos en el sistema gubernamental de Estados Unidos. Esta participación no es solo un deber cívico como ciudadanos, sino también un imperativo bíblico a obedecer como cristianos.  

Muchos recordarán acertadamente que no debemos colocar nuestra esperanza eterna en partidos políticos, candidatos o gobiernos. Sin embargo, esta verdad teológica no nos exime de la responsabilidad de ser buenos administradores de nuestra ciudadanía y de votar.  

La Escritura proporciona una guía clara sobre nuestro rol en la sociedad. En Jeremías 29: 1-14, Dios instruye a los israelitas a buscar la paz y la prosperidad de la ciudad a la que fueron exiliados. Dios desea claramente que participemos activamente en la formación de las comunidades en las que nos ha colocado para así honrar a Dios y demostrar su amor para el mundo.  

Hechos 17:26 nos recuerda que Dios establece los límites de las personas y las naciones, determinando sus tiempos designados en la historia. No estamos aquí por casualidad; Dios tiene un propósito para ti y para mí en estos tiempos divididos. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de administrar sabiamente el don de la ciudadanía y hacerlo de acuerdo con las Escrituras.  

Al considerar cómo votar, ya sea por candidatos o diversas iniciativas en la boleta, debemos recordar que se nos manda "amar a nuestro prójimo." Sin embargo, el amor que la Escritura nos exige tiene parámetros y definiciones que son contrarias a la definición moderna o cultural del amor. Como se describe claramente en 1 Corintios, "El amor siempre protege" y "se regocija con la verdad." Nuestras decisiones de voto deben reflejar esta definición bíblica de amor, votando por los candidatos y asuntos que mejor busquen proteger a los vulnerables y defender la verdad objetiva.  

Uno de los mayores problemas generales en esta elección es la protección a los niños vulnerables de la falsa ideología transgénero. Un autor cristiano planteó una pregunta pertinente en un artículo reciente: “¿Debería una niña joven físicamente sana ser alentada a amputarse partes sanas de su cuerpo con el beneplácito del estado?” La respuesta a esta pregunta importa para ella, su familia y su futuro. También importa para la salud espiritual y cultural de nuestra nación. Es por esto que la posición política de un candidato en este asunto es relevante. Esta pregunta subraya la naturaleza crítica de nuestras decisiones de voto y su impacto en los individuos y en la sociedad en general.  

Votar es una cuestión de mayordomía como los siervos en la parábola de los talentos, se nos ha confiado el don de la libertad y la responsabilidad de participar en nuestro proceso político. La inacción por miedo o indiferencia no es una opción que honre a Dios.  

Jonny Ardavanis, pastor de enseñanza en Stonebridge Bible Church, dice que "La falta de voto... es una falta de obedecer el llamado que tenemos de defender la justicia en nuestra tierra". Además, señala que "Ciertas cuestiones políticas son más teológicas de lo que solían ser", destacando la importancia creciente de que los ciudadanos cristianos voten en cada elección.

Debemos reconocer que no estamos votando por candidatos perfectos. "A diferencia de un matrimonio o una sociedad empresarial donde hay alternativas ilimitadas, en esta elección, solo tenemos dos opciones viables," afirma el empresario Bill Ackman.  

Nuestra tarea como cristianos es discernir cuáles políticas de los candidatos se alinean más con los principios bíblicos y el bien común. Siempre tendremos opciones imperfectas, y debemos considerar cuál candidato avanza en una mejor dirección y cuyas políticas mejor protegen a los vulnerables, especialmente a los niños. Es fundamental ir más allá de los eslóganes de campaña para entender las posiciones de ambos partidos y sus candidatos principales en asuntos morales importantes.  

Algunos argumentan que votar por un "mal menor" es moralmente problemático. Sin embargo, permitir que un mal mayor tome el poder a través de la inacción es, sin duda, peor. Como cristianos, estamos llamados a frenar el mal y promover el bien donde podamos. Dios nos llama a jugar un papel de influencia en nuestra cultura, levantando nuestra voz. Si no lo hacemos, ciertamente lo harán los impíos que no distinguen entre el bien y el mal.

"Con el bien de los justos se alegra la ciudad, pero cuando los malvados perecen, se hace fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad es engrandecida, pero por la boca de los malvados es trastornada.” Proverbios 11:10-11  

Estamos llamados a este lugar y a este tiempo con un propósito. A medida que nos acercamos a esta elección, sigamos el ejemplo de los hijos de Isacar, quienes eran "entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer" (1 Crónicas 12:32). Debemos investigar diligentemente a los candidatos y los temas, buscando sabiduría a través de la Escritura y el Espíritu Santo para que también podamos entender los tiempos y saber lo que debemos hacer.  

Debemos abordar esta elección con oración, discernimiento y un compromiso con los principios bíblicos. Nuestro voto no es solo un acto político, sino uno espiritual; una forma tangible de amar a nuestros prójimos, proteger a los vulnerables y defender la verdad objetiva en nuestra comunidad, estado y nación. Al emitir nuestro voto, hagámoslo con la convicción de que estamos cumpliendo nuestro rol dado por Dios en la formación de nuestra nación para Su gloria.  

Josue Sierra es Director de Comunicaciones del PA Family Institute en Harrisburg, PA, autor y orador sobre cosmovisión bíblica y el discernimiento cristiano en el ámbito cultural. Él vive en el área metropolitana de Filadelfia, Estados Unidos, con su esposa y 5 hijos.